El sueño irregular: ¿Cómo influye en tu salud?
El cuerpo necesita descansar para recuperarse y seguir con el día a día, por lo tanto, el sueño es una acción elemental para el organismo, pues nos ayuda a sentirnos mejor física y emocionalmente, al tiempo que ayuda a disminuir el riesgo de sufrir algunas enfermedades.
El sueño en la actualidad
Hoy en día vivimos en un mundo acelerado en el que cada persona tiene diferentes actividades por cumplir durante el día, un aspecto que podría desencadenar lo que se conoce médicamente como “patrones de sueño irregular”, es decir “recuperar luego el tiempo de sueño perdido”, en este sentido, es importante considerar si realmente esto es posible, o mejor aún, evaluar cuán beneficioso o perjudicial es esta situación para la salud en general.
Según los estudios, privarse del descanso por algunos días y luego tratar de recuperarlo posteriormente (por ejemplo dormir 4 horas los días de la semana y muchas más horas los fines de semana), es una práctica muy común en la actualidad que —a decir verdad— no aporta beneficios saludables, por el contrario, produce efectos negativos para el organismo y el metabolismo, esto que debe a que se producen alteraciones en la distribución energética que se utiliza cada día, pudiendo también aumentar la posibilidad de padecer enfermedades crónicas como la diabetes.
En este sentido, la restricción del sueño no es un situación favorable para la salud, por el contrario, podría constituirse en un factor de riesgo que abra paso al sobrepeso/obesidad y a desajustes hormonales que interfieren en la forma como el cuerpo metaboliza el azúcar, lo que podría producir diabetes.
Factores que influyen en el sueño
Aún cuando el sueño es una necesidad para el organismo, es posible que esté siendo saboteado por las múltiples tareas del día a día, tales como:
- Muchas ocupaciones: hoy en día es muy común que las personas lleven actividades laborales a casa, aunque parezca inofensivo, trabajar en la cama o durante el tiempo que debe invertirse para el descanso, podría afectar significativamente la calidad del sueño.
- Las condiciones de la habitación: la dificultad para dormir también tiene una estrecha relación con el entorno donde descansamos, por ende, los aspectos como la luz, ruidos e incluso la temperatura, influyen negativamente en el descanso.
- Los distractores electrónicos: otro de los factores que cada vez son más recurrentes en las noches antes de dormir son los dispositivos electrónicos, tales como laptops, tabletas y teléfonos, por ende, los médicos recomiendan desconectarse completamente de ellos a la hora de descansar.
- Enfermedades: es posible que algunos problemas de salud también estén jugando en contra del buen descanso, los más conocidos son: enfermedades cardíacas, asma, dolor de espalda, artritis, depresión y ansiedad. Aunque también, algunos medicamentos también podrían tener influencia negativa en la calidad del sueño.
- Estrés por dormir: se produce cuando la persona aún estando cansada no logra conciliar el sueño, en este sentido, se produce un estado de ansiedad por el deseo de dormir y no poder.
El sueño y la salud
Dormir es bueno para mantener la salud en general, puesto que ayuda a recuperarse para seguir con las actividades del siguiente día, en este sentido, dormir poco o tener mala calidad de sueño es considerado un problema para el desempeño de tus funciones diarias, tales como: la forma como te relacionas con los demás, el desarrollo de mal humor o incluso, reacciones violentas.
Pero eso no lo es todo, la falta de descanso o tener un sueño con períodos de tiempo irregulares también puede significar un factor negativo para el organismo y por ende, aumenta la posibilidad de desarrollar enfermedades como:
- Diabetes: la poca calidad de sueño podría generar un desajuste hormonal que afecte la forma como el cuerpo procesa el azúcar, por lo que, se aumentan las probabilidades de sufrir de diabetes.
- Enfermedad del corazón: dormir poco también podría aumentar los niveles de presión arterial (hipertensión) e inflamar las arterias, dos factores que deterioran el músculo cardíaco.
- Obesidad: aunque no parezca, una persona que descansa poco, tiene mayor riesgo de comer en exceso y de consumir alimentos poco saludables con alto contenido de azúcar y grasas.
- Infección: el organismo necesita descansar para promover el buen funcionamiento del sistema inmune, por lo tanto, cuando una persona no duerme bien, está más propensa a sufrir resfriados y otras enfermedades.
- Salud mental: es posible que una persona que duerme poco, desarrolle mal humor y problemas de depresión, dos aspectos que afectan la forma como se relaciona con los demás.
Como hemos visto, dormir es muy importante para mantenerte saludable, no obstante, no solo se trata de acostarse en la cama unas pocas horas, sino de conseguir un sueño de calidad que comprenda entre 7 u 8 horas por noche (en el caso de los adultos).